Países firman declaración condenando crisis en Venezuela
La República Dominicana y otros 30 países firmaron este jueves una declaración conjunta con la que expresan sus «graves preocupaciones» sobre la situación en Venezuela, al tiempo que reiteran su apoyo al respeto de los principios democráticos y la defensa de los derechos humanos, después de que Nicolás Maduro se autoproclamase vencedor de los comicios del pasado mes de julio.
La declaración conjunta es producto de un foro internacional, liderado por Estados Unidos y Argentina, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York para abordar la crisis política venezolana y «hacer oír la voz» del pueblo en el país caribeño.
«Si hoy tenemos un objetivo único, ése es garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean realmente respetados y que puedan determinar su propio futuro«, afirmó el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, al inicio de esta cumbre.
El texto de una declaración conjunta fue ratificado por los Gobiernos de Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Suecia y Ucrania.
Durante el foro, Blinken resaltó que Maduro «manipuló los resultados» para «aferrarse al poder» y dictó «injustamente» una orden de detención contra el candidato opositor Edmundo González, exiliado actualmente en España.
Y reincidió: «El pueblo venezolano ha hablado. Nuestro trabajo consiste en garantizar que sus voces sean escuchadas».
Como representante de Argentina para este encuentro, que se celebra en los márgenes de la semana de Alto Nivel de la ONU, asistió la canciller Diana Mondino, quien se mostró más beligerante contra el régimen chavista.
«Venezuela con Maduro no es Venezuela. Él controla las reservas de petróleo y quiere expulsar a los venezolanos de su propio país (…) Está llevando a cabo un plan sistemático de desapariciones forzadas, torturas y homicidios», aseveró Mondino.
Lo que dice la declaración
El texto de la declaración de Nueva York es similar al firmado por una veintena de países en Santo Domingo durante la toma de posesión del presidente Luis Abinader, el pasado 16 de agosto.
En la nueva declaración, los países aplauden la participación del pueblo venezolano en las elecciones presidenciales del 28 de julio, «a pesar de los importantes desafíos» y agregan que «la voluntad, expresadas en las urnas, debe ser respetada».
Los países que no aceptan el resultado oficial que da como ganador a Nicolás Maduro, exigen la publicación de las actas que certifiquen su victoria y reiteran los llamados a la transparencia electoral, pero estos pedidos «siguen sin respuesta».
Además, agregan que siguen «profundamente preocupados» por la represión «generalizada y continua», así como por las denuncias de abusos y violaciones de los derechos humanos tras las elecciones, entre las que destacan arrestos y detenciones arbitrarias, muertes, denegaciones de garantías de juicios justos y tácticas de intimidación contra la miembros de la oposición y de la sociedad civil.
El mismo candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, debió salir del país y solicitar asilo en España ante las acusaciones en su contra y una orden de captura emitida el pasado 3 de septiembre.
Solicitudes al gobierno de Venezuela
La treintena de países pidió la liberación «inmediata» de las personas detenidas arbitrariamente sin respetar las garantías de juicio justo, además, piden que se les permita a los venezolanos expresar sus opiniones sin temor a represalia y el fin al uso excesivo de la fuerza, la violencia política y el hostigamiento contra la oposición y la sociedad civil.
También instaron al regreso de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela y a que se establezcan las condiciones necesarias para que pueda cumplir plenamente su mandato.
Además, reiteraron el llamado para que Venezuela respeta la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954 y otorgue un paso seguro a los seis solicitantes de asilo, que actualmente se encuentran en la residencia oficial de la República Argentina, para ingresar a territorio venezolano.
La declaración termina con el interés de que los líderes políticos del país sudamericano «comiencen discusiones constructivas e inclusivas sobre una transición con garantías para que ambas partes resuelvan el estancamiento político del país y restauren las instituciones democráticas de manera pacífica».