Grupos proaborto buscan el apoyo de votantes latinos en Arizona
Cuando Lesley Chavez descubrió que estaba embarazada a los 16 años, vio a su hija como una bendición de Dios y nunca pensó en abortar, una opinión que fue reforzada por una madre fervientemente cristiana. Si hubiera podido votar en aquel momento, Chavez se hubiera opuesto a ampliar el acceso al aborto.
Pero 10 años después —cuando se avecinaba la aprobación de una restrictiva iniciativa sobre el aborto en Arizona— Chavez manejó más de 480 kilómetros (300 millas) hasta California para ayudar a una amiga a abortar. El caso de esa amiga, quien tenía problemas económicos y no podía mantener a otro hijo, fue el hecho decisivo que cambió la postura de Chavez en torno al tema.
«Sentí que si no tuviera a nadie, querría que hubiera alguien como yo. Me gustaría tener a alguien que no me juzgara y que verdaderamente me apoyara», comentó Chavez.
Ahora, ayuda a transmitirles ese mensaje a otros latinos de Arizona, uno de los nueve estados que están considerando enmiendas constitucionales para proteger el derecho al aborto.
Los grupos proaborto están buscando el apoyo de los votantes latinos, tocando puertas y mediante anuncios en español, y señalaron que los latinos, quienes lideran el crecimiento demográfico en Estados Unidos, podrían inclinar la balanza el día de las elecciones en cuanto al tema del aborto, especialmente en estados como Arizona y Florida, que cuentan con una numerosa población latina.
Al igual que otros estadounidenses, los latinos tienen opiniones personales y vínculos con el tema en los cuales influyen la religión, la cultura, el país de origen y otros factores, de acuerdo con los activistas. Pero sus opiniones muchas veces son malinterpretadas y demasiado simplificadas por personas que asumen que todos son católicos y, por tanto, que están en contra del aborto, dijo Natasha Sutherland, directora de comunicaciones de Floridians Protecting Freedom, una organización proaborto del estado de Florida.
Una encuesta reciente de The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos reveló que cerca de dos terceras partes de los hispanos de Estados Unidos piensan que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos. Aproximadamente 4 de cada 10 hispano-estadounidenses se identifican como católicos, alrededor de un tercio como protestantes o cristianos de otras denominaciones, y aproximadamente una cuarta parte no profesan ninguna religión.
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Los esfuerzos por llegar a los votantes latinos suelen basarse en conversaciones cara a cara: «la vieja escuela del activismo», explica Alex Berrios, cofundador de la organización Mi Vecino, de Florida.
En general, el 14,7% de los votantes de Estados Unidos, es decir 36.2 millones de personas, son latinos, de acuerdo con el Pew Research Center.
En Florida, el 18% de los empadronados son hispanos, o 2.4 millones de personas, según un análisis realizado por la organización no partidista de defensa de los latinos NALEO Educational Fund, en octubre de 2023. Se tiene previsto que más de 855,000 latinos voten en Arizona en las elecciones de noviembre, lo que representa aproximadamente 1 de cada 4 votantes del estado, según NALEO.
Como líder de base de la organización Poder en Acción, de Arizona, Chavez ha tocado de puerta en puerta, visitando a los votantes latinos ambivalentes para convencerlos de que apoyen una medida que garantizaría el acceso al aborto hasta la viabilidad fetal, término utilizado por los profesionales médicos para describir si se espera que un embarazo continúe desarrollándose normalmente o si un feto podría sobrevivir fuera del útero. Generalmente se considera que esto ocurre en torno a las 23 o 24 semanas del embarazo.
La organización Vivir Unidos por el Cambio en Arizona (LUCHA, por sus siglas en inglés), la cual trabaja con votantes latinos, negros e indígenas de escasos recursos, designó el aborto como tema prioritario en su agenda a la hora de realizar visitas domiciliarias porque las personas repetidamente lo mencionaban.
«La gente iniciaba la plática diciendo: ‘Ah, sí, acabo de escuchar en las noticias lo que pasó con la prohibición al aborto de 1800′», dijo Abril Gallardo, jefa de personal de LUCHA, refiriéndose a una ley que prohibió el aborto en 1864 y que la Corte Suprema de Arizona dictaminó en abril que podía ser aplicada en ese estado, pero que los legisladores posteriormente derogaron.
Otro grupo, Mi Familia Vota, ha invertido 200,000 dólares en sus esfuerzos por movilizar a los votantes latinos para que apoyen la medida.
La campaña oficial contra el aborto —It Goes Too Far (Llega Demasiado Lejos)— ha reclutado voluntarios hispanos en su esfuerzo por influir en los votantes de ese grupo demográfico.
El aborto se ha convertido en uno de los temas electorales más importantes para aproximadamente 4 de cada 10 votantes hispanos, después de la economía, la inseguridad y la salud, y se sitúa más o menos a la par de la inmigración, revela la encuesta de AP y el Centro NORC.
En Florida, el aborto es ilegal después de las seis primeras semanas del embarazo. La iniciativa de ley de noviembre legalizaría el aborto hasta la viabilidad fetal.
«La comunidad latina juega un papel muy importante en cualquier campaña en Florida«, dijo Sutherland. «No podemos ganar sin los latinos, lo cual significa que es esencial llegar a esa comunidad».
Sutherland dijo que su grupo realiza campañas telefónicas y visitas domiciliarias bilingües, organizó un mitin para lanzar su campaña bilingüe, contrató a una persona encargada de manejar la relación con la comunidad latina y lleva a cabo reuniones semanales en español para discutir la estrategia.
La campaña opositora tiene anuncios en español y tiene una versión en español de su sitio web llamado «Vota No En La 4».
Mi Vecino, el grupo de Berrios, se ha enfocado en el 9no distrito legislativo de Florida, que incluye los condados de Osceola y Orlando y fue el primer distrito de mayoría hispana en cumplir el requisito de firmas para incluir el derecho al aborto en la boleta electoral. Berrios les dice a los simpatizantes del candidato republicano a la presidencia, el expresidente Donald Trump, que pueden votar por él y también por el derecho al aborto.
«Vimos la necesidad de realizar un esfuerzo con pertinencia cultural y no partidista para involucrar y educar a los votantes hispanos sobre la libertad reproductiva», comentó Berrios.
Para los hombres latinos, en particular, ha sido útil incluir mensajes sobre la necesidad de limitar la injerencia gubernamental en las decisiones familiares y de salud, dijeron varios activistas de Florida.
«Hay que adaptar la plática a la persona que tenemos enfrente. A la gente de Florida que escapó del comunismo en sus países de origen, por ejemplo, le conmueven mucho los temas relacionados con la libertad y el poder de decidir sobre la propia vida. Tratamos de matizar las cosas lo más posible», señaló Lupe Rodriguez, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Latinas para la Justicia Reproductiva.
Rocio Garcia, catedrática adjunta de sociología en la Universidad Estatal de Arizona, dijo que, con el tiempo, las latinas, incluidas las católicas, se han inclinado por apoyar el acceso al aborto, aunque ellas mismas no abortarían.
Alyssa Sanchez, mexicana-estadounidense católica de 23 años de edad, tiene previsto votar a favor del aborto en Arizona. Su familia ha estado a favor desde que tiene uso de razón.
«La Biblia, las enseñanzas, todos los aspectos de la religión católica están sujetos a tu propia interpretación», dijo Sanchez, quien ha vivido en Arizona toda su vida. «Y finalmente, después de luchar con ese pensamiento, todo se reduce a que creo, sobre todas las cosas, en el derecho de las personas a decidir sobre su propio cuerpo».
Sinsi Hernández-Cancio, vicepresidenta de justicia sanitaria en la National Partnership for Women & Families, una organización sin fines de lucro con sede en Washington D.C., dijo que la campaña proaborto no puede asumir que los votantes latinos no apoyan el derecho al aborto, especialmente en Florida, de mayoría republicana, donde se requiere un 60% de los votos para aprobar una enmienda constitucional que garantice el derecho al aborto.
«Si vas a acercarte a cualquier votante con falsos supuestos, no serás capaz de conectar con esa persona», afirmó.